Justificación

Se entiende por energías renovables aquellas energías que se obtienen de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea  por la inmensa cantidad de energía que contienen o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Son ejemplos la energía solar (térmica y fotovoltaica), la energía eólica, la energía hidráulica, la energía mareomotriz, la energía geotérmica y la biomasa.
A raíz de eventos importantes en el mercado de petróleo en el mundo, que se manifestaron en un encarecimiento notable de esta fuente de energía en la década de los 70’s, resurgieron las preocupaciones sobre el suministro y precio futuro de la energía. En consecuencia, los países consumidores, enfrentados a los altos costos del petróleo y a una dependencia casi total de este energético, empezaron a modificar sus costumbres y a buscar opciones para reducir su dependencia de fuentes no renovables.
Entre estas opciones, se reconsideró el mejor aprovechamiento de la energía solar y sus diversas manifestaciones secundarias tales como la energía eólica, hidráulica y las diversas formas de biomasa; es decir, las llamadas energías renovables.
De esta forma, hacia mediados de los años setenta, múltiples centros de investigación en el mundo retomaron viejos estudios, organizaron grupos de trabajo e iniciaron la construcción y operación de prototipos y sistemas operados con energéticos renovables. Asimismo, se establecieron diversas empresas para aprovechar las oportunidades que se ofrecían para el desarrollo de estas tecnologías, dados los altos precios de las energías convencionales.
En la década de los ochenta aparecen evidencias de un aumento en las concentraciones de gases que provocan el efecto de invernadero en la atmósfera terrestre, el cual ha sido atribuido, en gran medida, a la quema de combustibles fósiles. Esto trajo como resultado una convocatoria mundial para buscar alternativas de reducción de las concentraciones actuales de estos gases, lo que llevó a un replanteamiento de la importancia que pueden tener las energías renovables para crear sistemas sustentables. Como resultado de esta convocatoria, muchos países, particularmente los más desarrollados, establecen compromisos para limitar y reducir emisiones de gases de efecto invernadero renovando así su interés en aplicar políticas de promoción de las energías renovables.
En la actualidad, muchas de las tecnologías de aprovechamiento de energías renovables han madurado y evolucionado, aumentando su confiabilidad y mejorando su rentabilidad para muchas aplicaciones. En particular, países como Estados Unidos, Alemania, España e Israel presentan un crecimiento muy acelerado en el número de instalaciones que aprovechan la energía solar de manera directa o indirectamente a través de sus manifestaciones secundarias.
En lo que respecta a México, se cuenta con un potencial muy importante de recursos energéticos renovables, cuyo desarrollo permitirá al país contar con una mayor diversificación de fuentes de energía, ampliar la base industrial en un área que tendrá relevancia estratégica en el futuro y atenuar los impactos ambientales ocasionados por la producción, distribución y uso final de las formas de energía convencionales.
Para analizar y plantear estrategias nacionales sobre energías renovables, la Secretaría de Energía se ha apoyado en la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía, CONAE, creada como comisión intersecretarial en 1989 y elevada a la categoría de órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía en 1999, actualmente conocida como CONUEE (Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía). A su vez, reconociendo su invaluable participación en el tema, la Comisión estableció, desde hace más de tres años, una alianza con la Asociación Nacional de Energía Solar, ANES, y juntas han operado el Consejo Consultivo para el Fomento de las Energías Renovables, COFER.
El Programa Sectorial de Energía 2007-2012, elaborado con base en el Plan Nacional de Desarrollo, contiene los compromisos, estrategias y líneas de acción del Gobierno Federal en materia energética. El Programa busca promover el desarrollo integral y sustentable del país, manteniendo el horizonte de largo plazo que se encuentra plasmado en la Visión 2030.
El Programa Sectorial de Energía descansa en tres puntos o ejes fundamentales: asegurar el abasto de energéticos que requiere la economía; fortalecer a las empresas públicas del sector para mejorar la oportunidad y calidad en el suministro de los insumos y promover intensamente la eficiencia energética y las energías renovables, a fin de disminuir el impacto ambiental que se deriva por la utilización de combustibles fósiles.
En particular, el apartado III de dicho documento relativo a la eficiencia energética, energías renovables y biocombustibles contempla dos objetivos estratégicos, a saber: promover el uso y producción eficientes de la energía y fomentar el aprovechamiento de fuentes renovables de energía y biocombustibles técnica, económica, ambiental y socialmente viables.
Para lograr esta visión y objetivos se requiere de una amplia base de profesionistas especializados con conocimientos profundos sobre las tecnologías de aprovechamiento de las fuentes de energía renovable. El ampliar la oferta académica de la Universidad Autónoma de Baja California Sur para formar profesionistas en esta área contribuirá indudablemente a lograr un futuro más sostenible para Baja California Sur y para México.